En nuestras investigaciones recientes hemos analizado los factores que más influyen en el rendimiento cognitivo, para que personas y organizaciones puedan comprenderlo y tomar las medidas adecuadas con el fin de que el cerebro de todos esté en las condiciones óptimas. En los artÃculos anteriores hemos analizado aspectos ambientales como el ruido. Ahora vamos a ver cómo nos afecta la temperatura.
Temperatura de trabajo
El cerebro monitoriza la temperatura del cuerpo y envÃa impulsos nerviosos a la piel si hace demasiado calor o demasiado frÃo. El cuerpo tiene diferentes maneras de tratar de reducir o aumentar la temperatura corporal central; piensa en lo que te pasa cuando tienes frÃo, se te contraen los músculos y te hacen temblar. La temperatura de nuestro cuerpo tiene un impacto directo en lo cómodos que nos sentimos. Estar incómodo es una distracción y hace que sea más difÃcil concentrarse.
¿Por qué es importante la temperatura para el cerebro?
Los estudios demuestran que las altas temperaturas (por encima de 30ºC) tienen un notable efecto negativo en nuestra cognición y, aunque los factores subyacentes no se entienden bien, se reconoce ampliamente que la temperatura es la forma modal de estrés vinculada a nuestra propia supervivencia. Se cree que tenemos mayor tolerancia al frÃo que al calor.
Las temperaturas más cálidas parecen afectarnos más negativamente (dedicamos más atención a la «amenaza» que percibimos), y nos dejan menos recursos disponibles para las tareas cognitivas. Esto se hace especialmente evidente cuando tenemos que abordar tareas complejas. Aunque está claro que el impacto depende de la duración de la tarea y la intensidad de la temperatura.
Curiosamente, al comparar con temperaturas frÃas (menos de 12ºC) se ha visto que tendemos a dar lugar a tiempos de respuesta moderadamente más rápidos en tareas cognitivas que con temperaturas altas.
El agua ayuda a regular la temperatura interna del cuerpo, por lo que es importante mantenerse hidratado.
 ¿Se trata de una elección personal?
Investigaciones más recientes han sugerido que las preferencias individuales son los mejores predictores de cómo funciona nuestro cerebro bajo diferentes condiciones de temperatura. Nuestras preferencias de «bienestar térmico» son muy personales y pueden estar relacionadas con lo que llevamos puesto, nuestro tipo de cuerpo y nuestro metabolismo.
En pocas palabras, si sentimos que las condiciones son las adecuadas, estamos menos distraÃdos y podemos concentrarnos en la tarea que nos ocupa. Si no nos sentimos cómodos, pensamos más en lo incómodos que estamos, lo que lleva inevitablemente a un deterioro en el rendimiento.
Es difÃcil ser especÃfico al hablar del nivel de deterioro que habrá; variará según el individuo, la tarea, lo que dure la incomodidad y lo que dure la tarea, etc.
¿Y tener el control?
Es casi imposible encontrar una temperatura que sea del gusto de todos en una oficina, ¡como sabrá cualquier persona responsable del mantenimiento de un edificio! Es muy difÃcil responder a las peticiones de los que se están congelando y quieren tener un calefactor debajo de la mesa y las de los que quieren abrir las ventanas para dejar entrar una brisa fresca porque están asados.
Tener la capacidad de trabajar en cualquier lugar de la oficina es vital para poder aprovechar los lugares de calor/frÃo/fresco y poder elegir para trabajar en las condiciones óptimas. Lo cual está muy bien, pero ¿cómo podemos saber dónde están los lugares más cómodos, aparte del método de prueba y error? Algunas organizaciones están poniendo la información a disposición de los trabajadores para guiarles a zonas de bienestar, gracias al uso de sensores precisos colocados en diferentes áreas para medir la temperatura (e incluso el ruido). Asà no tendrán que perder el tiempo buscando las condiciones adecuadas para ellos.
Lo último es que existen dispositivos de bienestar térmico que permiten ajustar la temperatura en un área determinada.
¿Qué puedes hacer?
Admite que, si te estás incómodo, tu rendimiento se va a alterar, ¡por no hablar de tu estado de ánimo! Intenta buscar la mejor zona, acorde con tus preferencias personales, para el trabajo que tienes que hacer:
1.-Evita los lugares donde hace calor si necesitas concentrarte.
2.-Ve a un lugar calentito cuando necesites relajarte después de una situación estresante.
3.-VÃstete con ropa no muy apretada y lleva varias capas para que puedas ajustar tú mismo la temperatura de tu cuerpo más fácilmente.
4.-Si tienes calor:
• bebe más agua – te sentirás más fresco si estás hidratado
• usa una botella de spray para rociar de agua tu piel
• mójate un poco el cuero cabelludo (por la raya del pelo) – se te enfriará a medida que se evapore
• échate agua frÃa en las muñecas durante 10 segundos
5.-Si tienes frÃo:
• bebe bebidas calientes
• toma jengibre, que funciona como un estimulante para hacer que la sangre circule y hace que suba la temperatura del cuerpo
• come grasas saludables (tener poca grasa corporal es una de las razones de la mala temperatura corporal)
• haz algo de ejercicio enérgico para calentar los músculos
6.-Por último, toma conciencia de tu temperatura y tu nivel de comodidad. La mayorÃa de las personas son menos productivas si están incómodas. Asà que no aguantes la incomodidad: encuentra un lugar mejor para poder concentrarte en la tarea que tienes entre manos.
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Haz que tu cerebro tenga un dÃa estupendo: ¡encuentra las condiciones adecuadas para la tarea que estás realizando!
La próxima vez veremos el siguiente factor ambiental que surgió de la investigación. Es el octavo factor: interrupciones mientras se trabaja. ¡Resulta que la multitarea no es útil!
Esta es una traducción realizada por Ana Bustelo del artÃculo original en inglés:
COGNITIVE FITNESS CHAPTER 10 – CAN YOU CONCENTRATE WHEN IT’S HOT?
by Andrew Mawson.
Salud Cognitiva.
AWA investiga la aptitud cognitiva
CapÃtulo 1. Cognición y salud cognitiva. ¿Por qué importa?
CapÃtulo 2. La cognición… ¿en qué consiste?
CapÃtulo 3. ¿Has desayunado hoy?
CapÃtulo 4. ¿Estás deshidratado?
CapÃtulo 5. ¿Qué tal dormiste anoche?
CapÃtulo 6. ¡No te dejes vencer por la pereza!
CapÃtulo 7. ¿Hoy has tomado alguna droga psicoactiva?