Cada dÃa se pueden leer artÃculos sobre los millennials y cómo en unos años la primera generación digital nativa cambiará la forma de trabajar tal y como la entendemos ahora. En el 2020, esta generación supondrá el 50% de la fuerza laboral mundial, una cifra que alcanzará el 70% en 2030.
Es necesario que las compañÃas comprendan que son estos jóvenes versátiles y cualificados los que ocuparán gran parte de los puestos de responsabilidad de las organizaciones en tan sólo unos años, reclamando modalidades menos convencionales de trabajo. Buscan movilidad y flexibilidad, pero también buscan la cocreación y el trabajo colaborativo. En definitiva, buscan compartir.
Por ello, los espacios de trabajo deben evolucionar de manera radical para dar respuesta a estas necesidades: workplaces flexibles, jornadas de trabajo menos rÃgidas, espacios de encuentro basados en el diseño funcional y la tecnologÃa, donde se fomente la interacción y la colaboración horizontal entre empleados. No se trata de “tunear†las oficinas tradicionales, sino de transformar entornos de trabajo ya obsoletos.
A pesar de todo ello, no todas las empresas parecen ser conscientes de la realidad. El estudio independiente Workforce 2020 de Oxford Economics, ya apuntaba que muchas compañÃas reconocen la importancia de gestionar una fuerza laboral cada más internacional, diversa y móvil. Sin embargo, la mayorÃa reconoce que carece de estrategia, cultura y soluciones para llevarlo a cabo.
Debemos tener presente que los millennials constituyen un gran desafÃo para las empresas, pero no es menos cierto que en todo reto existe también una gran oportunidad. Las compañÃas que adapten sus espacios a los nuevos modelos laborales que reclama esta nueva generación, lograrán ser más atractivas y ofrecer un valor añadido a este colectivo, y asà ganarán.